jueves, 4 de abril de 2013

LA LEY DEL SILENCIO




En ocasiones, el silencio toca tanto al espíritu que lo va dejando umbrío, desmoronando sin compasión a todo aquello, que en algún momento se amó.

Ayer, me perdí en la playa del abandono, bajo esa ley del silencio que a veces nos hace reflexionar. Intenté pasar página y no volver nunca más a esa etapa infinita, pero sú sombra hizo que mis manos dejasen caer mi libro del olvido, sin que pudiese sujetarlo para que no se estrellase contra las rocas.

El murmullo de las olas, rumoreaban su nombre, se erizaba mi piel delatando mi sentir, aún nó queriendo escucharlas. Sabía, que si lo hacía, le vería de nuevo aparece regalándome su mejor sonrisa y yo, volvería a ser esclava de ella.

Ingenua, de su mano me sentí la emperatriz de la locura y  paseé mi ilusión, cogida por la cintura. Baile el vals de la emoción con los ojos cerrados, fui amándole en secreto. Atrapada a su voz dormida descendí desde aquel cielo infinito que me trasfirió hacía el lado mas oscuro de mi ser. 

Mi amante pasajero, aquella ilusión de cristal que se quebró y sus trozos aún siguen emitiendo destellos de ternura, mientras voy escapando de puntillas de ese silencio, hasta que me pierdo en el olvido con el alma derramada en un suspiro.

 Y se fue, como se fue la inocencia mía.  Así es el destino, desagravia su impoluta silueta y en vez de unirnos, nos va separando desconsoladamente.

No se donde me llevaran los caminos, donde querrá sostenerse el mañana, solo se que con sus cantos de sirena fue escribiendo verso a verso mi libro poético con romances clandestinos, que aún está inconcluso, algunas páginas en blanco quedan de algún capitulo nuevo, del que aún no se ha escrito el final.

Autora Margary Gamboa.©todos los derechos reservados.

1 comentario:

  1. Sentarse en tus umbrales y leer tu alma, es un acto de esencia pura! gracias por tus bellas letras

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