domingo, 11 de marzo de 2018

EL MALGLAR

Siempre sentí una atracción especial por aquella costa. Lo mejor sin duda es su extraordinaria playa, allí todo es distinto, todo brilla con luz propia, todo es tan mágico. Las olas, el sol, incluso pasear por la arena dorada en  busca de caracolas para escuchar el susurro del mar tiene su encanto. Pero lo peor…Lo peor de aquella costa, sin duda, es el manglar.

Allí, hasta los rayos del sol  presiente algo, por eso nunca llegan a tocar el agua. Allí toda la nebulosidad se atiborra a capricho y el agua chorrea impetuosa, por cada centímetro del manglar. 
Sus aguas parecen tranquilas, pero fingen, para que te confíes. Aunque creas que son ingenuas, no es así, albergan en su interior una extraña energía.

Aquella mariposa fue la culpable, corría  tras ella para atraparla, cuando me topé con el manglar. 

Un solo baño en aquellas túrbidas aguas y ya estás condenado para siempre. A partir de ese instante ya todo es diferente, ya nunca te sientes igual.  

Lo peor del manglar es que si te adentras en él, ya jamás podrás liberarte de sus garras, da igual que te resistas, vayas donde vayas, ya nunca serás la misma persona.

Aunque te alejes de sus aguas, sigues sintiendo su perverso poder en tu interior,  una fuerza maligna incomprensible se apodera de ti, para siempre.

 Autora-Margary Gamboa.

UN ROSAL ENTRE GERANIOS



Al amanecer, salí a pasear un rato, caminé por aquel parque entre la arboleda, con extrañeza percibí su sutil aroma, embriagador como el clavo. Indagué entre aquel espacio, y con sorpresa pude observar, a un rosal entre geranios.

Eran flores pequeñas, su especie, pitiminí, su color, rojo apasionado. 

Resplandecían como estrellas en el cielo y quise poseerlas, para confeccionar un ramo.          
Con inocencia, arranqué aquellas rosas, pero pude observar con amargura, que al arrancarlas, sangre salía de sus tallos, como si al truncarlas rompiera su encanto. 

Intenté arreglar el entuerto, pero fue imposible solucionarlo. 

Con ellas se esfumó su sutil aroma, su resplandor y su rojo apasionado, solo quedo la tristeza en forma de pequeños tallos. En su espacio permanece perenne, un reducido charco, como si penara extrañándole y sollozando, su incondicional amigo, el inocente geranio.

Autora-Margary Gamboa

lunes, 17 de julio de 2017

PASO A PASO

**PASO A PASO**
Se siente el peligro al cruzar hacía el otro lado, ese que es tan inseguro, y se suele hacer sin mirar hacia ningún lado. Pero es demasiado peligroso, aunque a veces, no se suele detener el paso.

El tiempo vuela como pájaro libre y libre, los sentimientos vuelan. Y dejan que el corazón en su libre vuelo, vaya liberando cada obstáculo. Porque el amor es así, llega cuando no se advierte, pones los sentimientos a su paso y se apoderan de ti, ya no mandas en esos sentires del alma.

Paso a paso se va llegando hasta donde la razón se vuelve insignificante, y ahí te quedas, lejos de nada y de todo.
Entre los raíles de las vías del tren, crecen flores suicidas que no se dejan coger, y realmente, así son los sentimientos, van y vienen como las nubes en un ventoso cielo.

Se supone que la vida hay que vivírla tal como viene. Cada instante de la vida, es un paso hacia el final y hay que disfrutar de cada instante, hasta de la soledad, que a veces es demasiado seductora y te hace meditar... Con ella, los momento de recogimiento y la reflexión, que en realidad no es tan mala.


Supongo, que hay que conducir nuestra propia vida, como si fuese una misma, la máquina, de nuestro propio tren.

Margary Gamboa.

domingo, 22 de enero de 2017

MI PLUMA VUELA



Hoy... mi pluma vuela, me
agasajan silenciosas las indulgentes letras, con indolencia...
entre prosaicas y soñadoras, van dejando en mi alma huella. 

Siento que se detienen en el más mínimo cosquilleo y sin premura, me persuaden y me envuelven en ese sentir subjetivo, entre tan impulsivo centelleo. Y aquí me veo, tecleando no se qué, en este instante inmenso.


Margary Gamboa.



SOY LA POESÍA QUE NADIE SABE LEER


El corazón, es un jardín tan bello!! En él, crecen ilusines y sentimientos. Sólo el verdadero amor, sabe bien de ellos…
Allí, se dibujan sueños.  Unas copas de champagne brindan promesas y se escriben versos, que roban a la luna de plata, los sentimientos.
Bellas melodías...exquisitas fragancias, el ambiente llenan. Aromas de jazmín y canela... La pasion vuelan y entre aromáticas caricias, tintinean velas...

Sobre una mampara de cristal, el vaho se condensa, se dibuja un corazón que al alma llega. La melancolía del amor entre pétalos, se hace poeta.
Ya solo queda...Ser aroma suave, entre blanca seda. 
Y ser boca lívida de sutil esencia.
Que esos dedos libres, borren las penas... 

Envolvamos a los sueños en almizcle, 
que la noche nos espera...

Autora-Margary Gamboa.

DONDE HUBO AMOR NO EXISTE OLVIDO



 Dicen que el alma del poeta reside en su propio corazón y que el baile, es el lenguaje oculto del alma. Es así como bailas dentro de mi pecho donde nadie te ve, donde la prosa se vuelve poema y donde es imposible acceder si no conspiran al unísono, alma y corazón.

Ya nuestras vidas, solo son suspiros, un hogar en el recuerdo, donde ya no aletean mariposas, porque el amor se volvió ácida prosa  y lo llevó en encono enmohecido ¡Que cerca de ser poema, que cerca de ser el verso concluido! A un suspiro, a un soplo de ser la rosa purpura, que adornara este jardín sombrío.

Pero así de caprichoso, sigue el rumbo su destino, un sinfín de luciérnagas purpurinas brillan mientras queda perdida la mirada en la distancia. 

¡Qué lejos quedó aquel camino! 
Resopla el aire en mi ventana... se escucha un suave trinar. Un gorrión que trova, lo que ya no pudo amar. Pero el canto se vuelve brisa, una mueca afligida hace sombra a la sonrisa. Una lágrima por mi mejilla se desliza, la última que me queda. Se diluye la melancolía, y sigo aquí escribiendo porque, no existe la muerte en la poesía, siempre estarás conmigo, porque donde hubo amor verdadero, no existe olvido.


Margary Gamboa


QUISIERA DETENER EL TIEMPO


Hoy quiero detener el tiempo y volver a recorrer lo ya vivido.
Que ni una fracción se escape de tan implacable sino.
Que se detenga el tiempo cuando estés conmigo, que sea nuestro aliado y no se esfume esparcido....
Que se nos deshace en un pestañear etéreo y anodino.

Quisiera, detener el tiempo y ser tu abrigo, que el reloj se pare y solo nuestros corazones sigan sus latidos.
Quiero que se detenga el tiempo, cerrar los ojos y que vuelvan aquellos momentos divinos.
Revivir lo más hermoso y volar enloquecidos, que entre la tintineante penumbra de unas velas encendidas, siga la magia su camino.

Quisiera tener el tiempo en mis manos, elegir nuestra propia historia y escribir nuestro destino.
Margary Gamboa.

QUERIDO DESTINO

Querido destino... alguien me dijo una vez que hay que construir sueños sin dejarse cortar las alas...Y, aquí estoy, desnuda ante la adversidad, viviendo la vida a trompicares, intentado sortear este talud que me fustiga, percibiendo los ahogados sonidos del alma con turbaciones contraídas. 

Así dejo que pasen los días, aspirando el perfume me que lleva al otro lado de siempre. Donde suelo permanecer inquieta, viendo como el viento mueve las grises nubes de mi alma. 

Cuando la hora me llegue, cuando ya se disipen sinsabores, llegará por fin la paz, porque el pasado habrá llegado a su fin, habrá que déjalo ir... Y será un tiempo nuevo, tiempo de empezar a vivir el resto de la vida. 



Margary Gamboa

miércoles, 6 de julio de 2016

PARAÍSO IMAGINARIO



A veces... Pienso en esos recuerdos de la miñez que abrazan mi alma, permanecen allí, sujetos al pedestal de la memoria y de vez en cuando voy deshilachando situaciones especiales  de mi infancia, que afloran desbordantes, sin saber por qué, pero es cierto que en ocasiones siento necesidad de rememorar algunos momentos vividos en  aquel maravilloso tiempo pasado.

Será... que los años se van echando encina y se va sintiendo ese peso, como un lastre de energía negativa. Será por eso que pienso más a menudo en esas tardes de pan y chocolate, de carreras jugando al escondite, a la comba o a la rueda, momentos de cine de verano de olor a albero mojado y películas vistas con los ojos de la ilusión. Noches de verano estrelladas mientras cenábamos al aire libre, momentos inolvidables, que pasaron por mi infancia y dejaron una estela de luz en mis recuerdos.

Recuerdo a mi madre pedaleando en la maquina de coser, mientras yo, convalecía en el lecho de la discordia. Me solía hundir en un apenado desespero escuchar como las demás niñas jugaban en la calle mientras yo, tenía que soportar yacente, aquel calorcillo incómodo en el pecho a la vez que inhalaba los vapores penetrantes del Vicks VapoRub.  

Desde la ventana de mi dormitorio se podía  observar una gran fachada encalada que resplandecía con el sol de la tarde, como un candil encendido. Mientras sucumbía al desgano, me imaginaba que aquella enorme pared, era una de mis cuartillas y en ella dibujaba un lugar ideal para distraer mi exasperado hastío.  Un hermoso jardín tapizado con gran manto de flores amarillas. Pajaritos, nunca faltaban mis dibujos... Alondras de luz, volaban en aquel espacio encantado. Y entre tanto encanto, de una fuente mágica manaban golosinas de todas clases.

Al terminaba mi dibujo, cerraba los ojos y pensaba que daba un salto desde mi ventana, hacía mi paraíso imaginario. Con los brazos en cruz y la cara mirando hacia el cielo, notaba como una lluvia de pétalos de flores rozaba suavemente mi piel, me sentía inexplicablemente complacida. Ya no me importaba escuchar de fondo a las niñas jugando y deseaba que ese instante nunca finalizara.

Cuando pienso en aquellos momentos mágicos de mi infancia, siento que mi alma se eleva en un suspiro de nostalgia y mi único deseo es volver a esos momentos del pasado y dar de nuevo, el salto hacia aquel maravilloso paraíso imaginario.

Autora Margary Gamboa.

domingo, 28 de diciembre de 2014

MI PLUMA Y YO

Para escribir cosas bonitas no hacen falta razones, ni ser viajero en el tiempo, ni que el aire lleve esencias de fantasía, ni vestirse cada día con verdades, ni citar a la razón. No hay que echar campanas al vuelo, solo hay que dejar que aire te envuelva en la fragancia de una rosa y respirar su olor.

Las letras, son así de caprichosas, son capaces de hacer sentir cosas maravillosas, al más recio corazón.
Para escribir cosas bonitas no hace falta ser poeta, solo hay que respetar la métrica de la imaginación, componer partituras con notas de color malva con cascadas de pasión, como si estuvieses dibujando un lienzo, con pinceladas de amor. Ahí, habitan virtuosas esas cosas tan hermosas, que salen del corazón.

Soñar despierto, regalar abrazos, aliviar dolor, palpar la amistad verdadera, sentir la bondad que anida en cualquier rincón, tener el tiempo en las manos, hablar con Dios, tocar  las nubes y beber de unos labios suaves, el mejor licor.
Nadar bajo la luna mientras baja la marea, las mecidas de las olas, dejar que la brisa roce ese rostro de seda y a la luz de las velas, una cena para dos.

Compartir risas, bailar la danza del vientre a la orilla del mar y así, en el más estricto silencio, dejar que el murmullo del viento, regale su canción y que la calidez del alma, abrace tu propio yo. Románticos besos, abrazos cálidos, hacer el amor con la noche, en una playa desierta, vestida solo de estrellas y su propio resplandor, sentir despacio  y que susurren al oído palabras, impregnadas de amor. Y si te sorprende la mañana entre abrazos de pasión, no frunzas el ceño, ni te enojes con el sol.

Ya ves… para escribir cosas bonitas, no hace falta una autentica reflexión, dejo que el viento sople de cara, envuelta en el aire, despliego las alas y así, rozando el viento, sin ningún otro argumento, solo, mi pluma y yo…


Autora-Margary Gamboa©todos los derechos reservados.

domingo, 24 de agosto de 2014

A VECES...

A veces… me pregunto quién soy, me siento desconcertada y suelo intentar traspasar la puerta de mi autoconocimiento, sondeando en mi pasado y reviviendo momentos. La controversia me invade, la memoria del corazón va eliminando malos recuerdos y hacen que los buenos reluzcan con mayor significado.

A veces… desde mis entrañas noto su cosquilleo, un hilo de sensaciones, un vergel de sentimientos por donde deambulan virtuosos en incesante movimiento. Me siento perdida entre estos paseos por el jardín del alma, en estás delicadas tardes de verano, por donde la meditación transita entre instantes silenciosos que dan riendas sueltas al candil de la memoria, que permanece encendido y es entonces... cuando ni yo misma me comprendo.

A veces… soy preguntas de un investigador, un examen sin respuesta, una duda sin razón, solo soy esa cuestión sin soluciones concretas.  Una etapa que termina o de otra que quizás comienza. No tengo certeza ninguna de lo que depara mi existencia y deambulo por la vida como una marioneta.

A veces… solo soy mi pasado, solo memoria de poeta, un yo sin significado, un resquicio en una puerta por donde se filtra el aire de la incomprensión, solo, un instante de recuerdos, un momento de ilusiones y un mar de desasosiego, la introversión me domina y salen a danzar mis versos que nunca se donde habitan, ni se, como convencerlos para que salgan a flote en cuanto yo los requiero.

A veces… veo mi vida como desde un ángulo muerto, como si mirase de frente a mis propios miedos, otras como ave pasajero que planea entre vivencias triviales que sonríen sin respeto, sentires inconclusos, preguntas sin respuestas de interrogantes absurdos, de un espíritu en condena y en tropel el corazón, con lágrimas me atropella.

A veces…necesito instantes de paz y prefiero no dar a mí pasado, demasiadas riendas vueltas, porque sé muy bien que no puedo cambiarlo e intento no agobiarme pensando en el futuro, porque no sé lo que me deparará. Es mejor disfrutar del presente y vivirlo con intensidad.  Así que hago todo lo posible para abrazarlo con todas mis fuerzas, acariciar su piel de armiño y no dejarlo escapar, porque sé que cuando se vaya, volverá a ser pasado, y nunca jamás… volverá.

A veces…no sé quién soy, pero lo pretendo averiguar…




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miércoles, 13 de agosto de 2014

SIN TIEMPO, SIN ESPACIO, SIN LUGAR...

Asomada a la ventana de las ilusiones, donde no existe el tiempo, ni el espacio, ni el lugar... una abraza la melancolía con cierto desconsuelo, dejando traspasar ese sentir profundo que juega a evadirse. Desde allí todo se aprecia como difuminado, como si fuese una especie de acuarela de desiguales pinceladas.

El silencio que deambula inexorable, juega su principal papel y cómplice de esa percepción, una intenta aclarar esas ideas que conturban la razón. Y desde aquel umbrío desamparo, puede verse el yo confuso, desordenado y peligroso, pero atractívamente seductor. Como si estuvieses mirándote a un espejo.
Si el ángel de la guarda en algún momento te abandona, y en su lugar, deja entreabierta la puerta donde habita la ternura, dejando caer la inmortal existencia de un abrazo, del beso que toca el alma. Entonces...te sientes perdida y esquiva de los propios sentimientos que te  abruman, vas dejándote llevar hacía aquél lugar ignoto, donde nunca habitaste. Y puedes ver como el cristal de lo ecuánime va dejando  caer, el velo reflexivo de la prudencia.

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Heme aquí, envuelta en un pensamiento conturbado, que golpea pertinaz,  que vuela desde un horizonte incierto hasta el remoto destino que se abre entre tú y yo.
A veces, falta valor para afrontar la vida tal y como se presenta, el desconcierto juega en tu contra y te sientes esclava de tus propias sensaciones.  Envuelta en un suspiro, deseas danzar descalza, con las alas desplegadas, como para elevarte en un vuelo que te lleve hacia un amanecer distinto. Entonces... la mirada se enclava en la nada, y permaneces ahí durante un intervalo de tiempo, mientras ese sentir profundo envuelto en melancolía,  se desliza hasta aquel cobijo que deseas. Y allí, persiste aislada, nadando en el lago de la ilusión…


Y el suspiro que antecede al lamento, va atándote las alas, amordazando sentimientos y te sientes como en caída libre, hasta que tocas lo más profundo. Entre tus dedos ves, como se desliza la arena del espejismo ensoñador, de  un romántico destino. Pero deseas permanecer allí, a flote, sin tiempo, sin espacio, sin lugar, donde el aire mesurado no lleve esencia cauta y donde la sensatez que te fustiga no mire de reojo.

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viernes, 11 de julio de 2014

LOS SILENCIOS DEL AIRE



Cae, el silencio sobre el aire, mientras el tiempo vanidoso se distrae y va reposando el día.
Aferrada a mi sutil cordura, mientras el murmullo sonoro del silencio se doblega, busco armonía con los sentires del alma.Y allí, donde la alondra canta, donde el corazón se despliega dejando batir sus alas, voy buscando una salida que me transfiera calma.

Más no encuentro sosiego, y me flaquean las fuerzas.
El tiempo se diluye, se estremece, se deshace entre mis hombros desnudos, mientras los besa la tarde que va perdiendo pureza.

Y con la brisa, se evaden los secretos y delirios, que se dispersan entre los silencios del aire y el aroma de los lirios.

Elevo mi plegaría al infinito, que entre tan sosegada calma, ya susurra la nostalgia y me va dejando el corazón sobrecogido.

Entre la brisa y yo se extiende el crepúsculo, un hado superlativo iza un último suspiro seducido por la soledad y la quietud, y vuelve el silencio sobre el aire, mientras el tiempo vanidoso esquiva un último resquicio de luz.



Margary Gamboa.©todos los derechos reservados.
 

sábado, 15 de marzo de 2014

EL LADRÓN DE MIS SUEÑOS.




Era como un espíritu divino, un duende solitario con el semblante de un niño grande, encantador, sensible, discreto y tremendamente apasionado. 

Solíamos pasear por el jardín del amor cogidos de la mano, cogíamos flores y lanzábamo al arco iris, pompas de jabón que nunca explotaban.
Nos dijímos... Seremos inseparables. 
Tomamos los mejores momentos del día y los convertíamos en nuestros, solo para nosotros. A escondidas, para que nadie nos lo robara, y los fundíamos con la noche.
Me abrazaba con la ternura de los sueños y permanecíamos así, hasta que el amanecer nos despertaba.

A veces... Solo nos bastaba con una mirada cómplice, sin decir nada sabíamos lo que el otro deseaba. Me acariciaba el pelo con tanta delicadeza... entrelazándo mis cabellos entre sus dedos.
¡Cómo cogía mis manos! con la ternura del alma, y las acariciaba con tanto amor. 

Solía abrazarme con tanta delicadeza, que a veces, alguna lágrima clandestina resbalaba por mi rostro, y con cada una le dibujaba, un Te Amo silencioso.

Escribió un poema solo para mí. Lo compuso con la blancura de un alma noble, con el mayor de los sentimientos y sus labios rozaron con exquisito mimo, cada una de las palabras, cada uno de los versos.  
Lo guardé, como un autentico tesoro en la cajita de los besos, anudado con el lazo del corazón.

No me gustan los adioses, nunca me gustaron pero una mañana me marché, con la primera luz del alba, le dejé solo, con un velo de caricias en sus recuerdos. 

Fue, el ladrón de mis sueños. Es el dueño de mis recuerdos... Un episodio escrito con renglones dorados. Una historia fugáz, como el resplandor de una estrella, solo para noches de verano. Y !tan perdidamente apasionado...! 
Al separarnos, me quedé con el más bellos de los regalós en mis recuerdo, con el que jamás nadie, pudo soñar...


Autora Margary Gamboa. ©


miércoles, 16 de octubre de 2013

ESTO ES AMOR




Solo deseaba detenerme en su dulzura y sumergirme lentamente en el universo de su imagen. Su rostro me parecía de una belleza inusual y fui contando una a una las largas pestañas que  embellecían sus hermosos ojos.

Fui examinando su rostro milímetro a milímetro, mientras él,   languidecía su mirada sumergido en el poema de Lope de Vega, Esto es amor; uno de los poemas más románticos que jamás se haya escrito.

Desmayarse, atreverse, estar furioso…Eso es lo que sentía en ese momento. Me sentía desmayar fascinada por sus encantos. Estaba furiosa porque sabía que él, ni siquiera se había dado cuenta de que yo existía.  Pero lo que realmente me daba miedo era, atreverme a dar el paso hacia lo desconocido.

Me daba tanta vergüenza que intuyese lo que sentía, aunque era más que evidente. Solo al mirarme se podía averiguar que en mi estómago revoloteaban un enjambre de mariposas. Se alteraban aún más  tan solo al escuchar su respiración.
Se me había ocurrido  pensar,  que aquel poema había escogido algunos de sus versos para hablar de mí. 
Creer que el cielo en un infierno cabe. Yo lo creía. Él, era mi cielo y el infierno estaba en mi interior, abrasador y chispeante. Yo buscaba la manera menos luctuosa de evadirme de él, pero sus grandes ojos me atraían como un imán.

Por un momento apartó su mirada de aquellos versos y me sorprendió embelesada, observándolo fijamente. Intenté disimular, pero fracasé. Cogió mi mano con suavidad, la apartó de la página abierta  y cerró  mi libro de matemáticas. Hice el intento de hablar, pero él, levantó su mano y puso su dedo sobre mis labios, indicándome que mantuviese silencio. Sin pronunciar palabra alguna, acercó lentamente sus labios a los míos y me besó, con un beso cálido, romántico, sumamente apasionado, como jamás nadie, me había besado.
Esto es amor… Un poema en mí, probé sus labios, y lo supe.

Autora Margary Gamboa. ©todos los derechos reservados.
ESTO ES AMOR - (c) - Margary Gamboa

lunes, 16 de septiembre de 2013

LA MANZANA DORADA



La música sonaba a todas horas y aquel canto roto, quiso derramar sus lágrimas cansadas, hasta que se le acercó, la reina del pecado.
Danzó, sin tocar el suelo, etérea, vanidosa, y los velos vaporosos fueron rozando su piel de seda, mientras él, quedaba anonadado.
Parecía, la Diosa Afrodita consagrada y como sutil mariposa alada, revoloteaba en una nota sostenida. Más él, solo deseaba poseerla, aunque no fuese más, que una víbora camuflada, hecha de consciente desmedida. En aquella tarde tranquila y sosegada, fue vertiendo caricias sublimes por su espalda, y ya no fue capaz de encontrar una cura, ni una pequeñísima salida.
Mientras observaba aquella imagen tan pura, ella, le ofreció su manzana dorada que le llevaría hasta una tiránica partida. Mas ya no hubo escapatoria, se dejó vencer por aquella diva, mientras ella con exquisita sutileza, lamía sus heridas. Inocente, se creyó su dueño y  como sutil pécora despiadada, fue robándole beso a beso hasta su último halo de vida.



Margary Gamboa. ©todos los derechos reservados

miércoles, 14 de agosto de 2013

LA FUENTE DE INSPIRACIÓN

En los silencios del alma, cuando solo estas contigo, escuchas a tus pensamientos que susurra en tus sentidos y te nublan la razón. Allí, musitan dichosos, entre latido y latido que emite tu corazón. Y te suscita bochorno, mariposas en el ombligo, con ese deseo ferviente de vivir, lo que aún, no has vivido. Y duermes estando despierto, y sueñas sin estar dormido y, te tranquilizas sabiendo, que para esos sentimientos, tienes sobrados motivos. Y presientes que es el amor, ese regalo divino.


Sientes el alma ocupada, construyes mil y un castillos, mientras etéreos sentires, manan al rojo vivo. 
Y cuando estas compartiendo cosas con tus amigos, te sientes el ser más dichoso, que en la tierra ha existido.  
Ese deleite que captas, quisieras ver compartido. Y piensa… Mientras que se esté en este mundo, que vivamos esto divino.

Incluso resultas chistoso, que como por arte de magia, se atenúen tus enojos. Te vuelves mucho más risueño y se te escapan carcajadas, destilando sentimientos...

Un arrullo desde el alma, paz en tu interior, alegría de existir, musitan esa melodía que deseas transmitir. El roce de una caricia, un susurro sostenido, una rosa perfumada, las notas de una canción, el rojo de una amapola que comienza a florecer. Y encendido en un suspiro, empieza a componer, sin sabes de donde salieron, esos versos  que has escritos. 


Ese sentimiento tan puro que fluye de tu interior, tiene duende, tiene magia, aunque le llames, amor. Un verdadero misterio, una incógnita, el quid de la cuestión, es lira, es la musa, es...La fuente de la inspiración.
 .

 Margary Gamboa.©Todos los derechos reservados

lunes, 8 de abril de 2013

A SOLAS CON MIS PENSAMIENTOS.


A solas con mis pensamientos me pregunto…¿Dónde se esconden las palabras y las ideas?...A veces, brotan desbordantes, otras, desordenadas, como sacadas de un viejo estante y se ocultan disimuladas entre los pensamientos y como una luz poderosa, asoman virtuosas, en continuo movimiento.

Otras, tímidas y apocadas, son difícil echarle el lazo, les cuesta demasiado salir y dar la cara, para asomarse hasta el filo de la hoja que luce un resplandeciente blanco, y sin que brote letra alguna, se me hace una laguna, en un abismal barranco.


Qué difícil es escribir, plasmar todos los conceptos, unir palabras pensadas, en un transcendental momento, adórnalas con encajes, y escribiéndolas con soltura, se transforme una pequeña reflexión, en un grandioso mensaje. Y al observar una simple imagen, describirla con destreza y expresar con delicadeza lo que me dicte el corazón. Bueno, eso a veces lo hago, no me cuesta demasiado nadar en ese lago, casi siempre salgo a flote y no me suelo ahogar en el estanque de la desesperación.


Me gustaría ser... Como esos poetas virtuosos, de esos que derraman con soltura, palabras que desde su cuna, guardaban dentro de un hondo pozo, para ir extrayendo y enlazando una a una las ideas, la suerte, la fortuna, que desliza a su delicada pluma, para escribir brillantes versos.


O puesto a soñar, podríamos soñar despiertos... Me gustaría ser una de esas escritoras prodigiosas, que escriben libros deslumbrantes. Sería un sueño escribir tantísimas palabras ingeniosas, de esas que se agrupan en el libro de los sentimientos. Y ahora viene la parte más seductora…Como colofón, se me ocurre un argumento…Formar parte del gran tomo del reconocimiento, escribiendo un Best Seller y que me consideren en todo el mundo, como la mejor escritora. 😁


Pero no soy escritora... !Qué más quisiera yo! me conformo con teclear dejándome mecer en los sentires más profundos que transitan por el alma, eso, me transfiere calma, aunque teclee sin ton ni son. 
A veces... le doy forma a las acuarelas más dispares que trazan tan distintas veredas que recorre la imaginación, sin pretender nada mejor. Ya que a veces las letras se me transformar en huecos, en olvido, omisión y se sostienen en el aire dejando caer el telón más interminable. 

Hoy parece que son gratas y dejandolas volar, lucen una larga bata y me invitan a danzar en esta pequeña reflexión. Me conformo solo con esto, a la vez que navego entre los sueños, porque soñar es seductor, además de ser barato, es una bendición y al escribir estas humildes letras me distraigo, dando riendas sueltas a las distintas sendas, que traza mi corazón.


Autora Margary Gamboa. ©todos los derechos reservados.


A SOLAS CON MIS PENSAMIENTOS - (c) - Margary Gamboa

jueves, 4 de abril de 2013

LA LEY DEL SILENCIO




En ocasiones, el silencio toca tanto al espíritu que lo va dejando umbrío, desmoronando sin compasión a todo aquello, que en algún momento se amó.

Ayer, me perdí en la playa del abandono, bajo esa ley del silencio que a veces nos hace reflexionar. Intenté pasar página y no volver nunca más a esa etapa infinita, pero sú sombra hizo que mis manos dejasen caer mi libro del olvido, sin que pudiese sujetarlo para que no se estrellase contra las rocas.

El murmullo de las olas, rumoreaban su nombre, se erizaba mi piel delatando mi sentir, aún nó queriendo escucharlas. Sabía, que si lo hacía, le vería de nuevo aparece regalándome su mejor sonrisa y yo, volvería a ser esclava de ella.

Ingenua, de su mano me sentí la emperatriz de la locura y  paseé mi ilusión, cogida por la cintura. Baile el vals de la emoción con los ojos cerrados, fui amándole en secreto. Atrapada a su voz dormida descendí desde aquel cielo infinito que me trasfirió hacía el lado mas oscuro de mi ser. 

Mi amante pasajero, aquella ilusión de cristal que se quebró y sus trozos aún siguen emitiendo destellos de ternura, mientras voy escapando de puntillas de ese silencio, hasta que me pierdo en el olvido con el alma derramada en un suspiro.

 Y se fue, como se fue la inocencia mía.  Así es el destino, desagravia su impoluta silueta y en vez de unirnos, nos va separando desconsoladamente.

No se donde me llevaran los caminos, donde querrá sostenerse el mañana, solo se que con sus cantos de sirena fue escribiendo verso a verso mi libro poético con romances clandestinos, que aún está inconcluso, algunas páginas en blanco quedan de algún capitulo nuevo, del que aún no se ha escrito el final.

Autora Margary Gamboa.©todos los derechos reservados.

viernes, 28 de diciembre de 2012

MI PEQUEÑO SECRETO



Definitivamente, creo que me estoy volviendo loca. Todos los días a la misma hora, escucho gritos que me llaman por mi nombre, provenientes de la cocina. Me acerco sigilosa, agudizo el oído para asegurarme bien de lo que estoy oyendo. Y si, salen de la despensa. Abro la puerta, y allí está, tintineante, como un autentico lucero que parece tener un imán, que me atrae hacia el pecado. 
Me resisto una y otra vez, intento aguantar el tirón cerrando la puerta de la despensa, pero acto seguido, sucumbo al tan irresistible tentación. El sonido del envoltorio al desnudar la tableta, seguido del aroma que emana, hace que la boca se me haga agua. Cojo la tableta de chocolate, la exhalo con delicadeza, y de forma lujuriosa pego un ansioso mordisco, como si fuera el último trozo que haya sobre la tierra. Con los ojos cerrados, lentamente, saboreo tan exquisito deleite, y siento que mis males se disipan…

Mmmm !!!chocolate!!!! un verdadero poema para los sentidos. No sé que tiene, que anula mi voluntad. Nada es más gratificante y sabe mejor, que un buen bocado de chocolate ¡Es un placer tan exquisito!
No hay en el mundo nada, de otro sabor semejante.
¡Que regalo para el paladar, tan suculento!
 Y se hace un silencio mientras diluyo en mi boca, un pedacito de cielo.
¡Que se pare el mundo! que en este momento, no estoy para nadie. Mmm... ¡Que delicia…!


Todo el mundo tiene una debilidad, y la mía, es el chocolate, es, mi pequeño secreto....Ssss, espero que nadie se entere. Y aquí estoy… Degustando un trocito de gloria bendita, mmm…Un sublime placer. Divina sensación. 

Dicen... que libera endorfinas, por lo tanto, debería ser, prescripción facultativa. Así que, mientras pueda, seguiré disfrutando de este pequeño pecado.



Autora Margary Gamboa. ©todos los derechos reservados.